lunes, 1 de junio de 2015

El Faquir y la hija del curandero

Fábula sobre faquires

Erase una vez un pequeño faquir joven e inexperto que no se atrevía a probar ninguna de las enseñanzas que su abuelo le transmitió.
Este pequeño faquir se sentía muy triste porque su abuelo estaba a punto de fallecer y no le había visto convertirse en un verdadero faquir.
Seguía sin atreverse a poner su vida en peligro pero probó a hacer algo más sencillo, en este caso intentó andar sobre cristales rotos para impresionar a su abuelo.
Pero nada más comenzar se hizo numerosos cortes en los pies y lo llevaron corriendo a la casa del curandero. Cuando llegaron allí el curandero fue a socorrerle las heridas. El pequeño faquir se tuvo que quedar allí toda la noche debido al dolor.
Al día siguiente, al despertar se encontró con una hermosa joven que le limpiaba las heridas, esa joven era la hija del curandero. Pasaron días juntos y a cada momento se fueron convirtiendo en algo más que amigos.
El faquir, con ayuda de la joven, fue intentando nuevos retos y en los fracasos ella lo ayudaba.
Una tarde, después de mucho practicar, el pequeño faquir decidió enfrentarse a su abuelo y demostrarle todo lo que había aprendido. En un primer momento estaba nervioso pero fue cogiendo confianza y logró superar cada uno de los retos que el abuelo le había puesto. Tras la felicitación de su abuelo, la joven fue a felicitarlo también y en un momento inesperado ambos compartieron su primer beso.

A pocas semanas de este acontecimiento el abuelo del pequeño faquir muere y él se refugia en el amor hacia su amada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario